
La cumbre con Putin pone a prueba la habilidad negociadora de Trump

Se desconoce si la cumbre del viernes entre el presidente ruso Vladimir Putin y Donald Trump en Alaska resolverá la guerra en Ucrania, pero ya se sabe que será histórica y que medirá el talante negociador del que tanto presume el estadounidense.
Después de haberse pasado meses prometiendo que pondría fin a la guerra en un abrir y cerrar de ojos, el presidente Donald Trump moderó esta semana las expectativas diciendo que es una "reunión de tanteo".
Será su primera reunión con el jefe del Kremlin desde 2019. Le preceden muchas llamadas de teléfono desde su regreso al poder en enero.
Fue el propio Putin, según funcionarios estadounidenses, quien sugirió la reunión. Trump aceptó invitarlo a pesar de haber dicho públicamente lo "decepcionado" que está con su negativa a aceptar propuestas para detener la guerra y sus ataques a Ucrania.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, asegura que la reunión se centrará en "escuchar" a Putin.
Lo cierto es que, en ausencia del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, no es una conferencia de paz.
- Evitar otra Yalta -
Lo esencial para Zelenski y los dirigentes europeos es que Anchorage, donde se celebrará el encuentro, no se convierta en una especie de Yalta, la reunión de 1945 en la que Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Soviética delimitaron territorios y zonas de influencia.
"Los líderes europeos han comprendido que quien habla de último con Donald Trump causa la mayor impresión", explica Liana Fix, una experta del Council on Foreign Relations.
¿Trump le dirá a la cara a Putin que está muy frustrado con la falta de resultados o se volverá en contra de Zelenski?
Todo es posible. El líder republicano ha criticado a ambos, pero mucho más a Zelenski.
Basta con recordar una bronca durante una visita de Zelenski a la Casa Blanca en la que le reprochó ingratitud hacia Estados Unidos.
Trump ha acusado al jefe de Estado ucraniano de obstruir el fin de la contienda bélica desencadenada en febrero de 2022 por la invasión rusa.
- "Intercambio" de territorio -
El presidente estadounidense nunca ha atribuido la responsabilidad de la guerra a Rusia y el lunes declaró estar "molesto" por la negativa de Kiev a aceptar lo que él llama un posible "intercambio" de territorio con Rusia, que ocupa el 20% de Ucrania.
El republicano, propenso a hacer anuncios sensacionalistas que le permitan presentarse como un "pacificador" y un negociador hábil, tendrá que evitar caer en la trampa de Putin y ser visto como un títere del líder del Kremlin.
Zelenski estimó que el mero hecho de celebrar la reunión en Alaska, un estado ártico estadounidense vendido por los rusos en el siglo XIX, es ya una "victoria" para Putin.
- "Peligro político" -
"Putin no le ha ofrecido nada significativo a Trump, y Trump ya lo está invitando a Alaska", comentó el analista político ruso Konstantin Kalachev.
"Un reunión no es una concesión", responde el jefe de la diplomacia estadounidense Marco Rubio.
George Beebe, exdirector de análisis de Rusia en la CIA, la agencia de inteligencia estadounidense, y ahora miembro del Quincy Institute, que apoya la moderación militar, opina que Trump podría comenzar a esbozar los contornos de un acuerdo para poner fin a la guerra.
Rusia podría aceptar de mala gana una posible adhesión de Ucrania a la Unión Europea si, a su vez, se mantiene fuera de la OTAN, la alianza militar transatlántica, dijo Beebe.
"Siempre y cuando esa relación se limite a vínculos políticos y económicos en lugar de compromisos militares" es plausible, añadió sobre Rusia.
El riesgo es que las expectativas se incumplan.
"Trump aborda un tema lleno de peligro político, y no hay absolutamente ninguna garantía de que esto vaya a ser un éxito", resume Beebe.
F.Richard--PS