
La comunidad internacional se cita en Sevilla para revitalizar la ayuda al desarrollo

Dirigentes y expertos de todo el mundo se reunirán la próxima semana en la ciudad española de Sevilla, bajo la tutela de la ONU, para una conferencia sobre la financiación para el desarrollo, golpeada por los recortes de Donald Trump y los conflictos internacionales.
El objetivo es, según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, encontrar "soluciones" frente a las enormes necesidades de los países en desarrollo que "sufren un déficit de financiación anual estimado en 4 billones de dólares", 1,5 billones más que hace diez años.
La capital andaluza acogerá de lunes a jueves a unos setenta jefes de Estado y de Gobierno y 4.000 representantes de la sociedad civil y de las principales instituciones financieras internacionales. En la reunión, llamada "FfD4", no habrá representación oficial estadounidense.
Además de Guterres y del presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, asistirán el presidente de Ecuador, Daniel Noboa; de Francia, Emmanuel Macron; de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; así como el jefe del Banco Mundial, Ajay Banga.
Estados Unidos se excluyó de la cita y abandonó las discusiones a mediados de junio debido a un desacuerdo sobre el texto final, que a su juicio crea "nuevas estructuras redundantes" e infringe "la soberanía" de los países.
- "Enormes desafíos" -
Esta conferencia sobre el desarrollo, la primera desde la de Adís Abeba en 2015, tiene lugar luego de que Trump iniciara una drástica reducción de la ayuda humanitaria, eliminando el 83% de la financiación de programas en el extranjero de la agencia de desarrollo USAID.
Hasta ahora, Estados Unidos era de lejos el principal donante para numerosas agencias y organizaciones humanitarias, que vieron recortado su presupuesto, también por la reducción de ayudas de otros países como Francia, Alemania y Reino Unido.
Esta situación ya obligó a Unicef a despedir a mil maestros en los campamentos de refugiados rohinyás en Bangladés, a la ONU a recortar a la mitad sus programas de ayuda en la República Democrática del Congo, y puso en peligro los avances contra el sida en África austral.
"Hoy nos enfrentamos a nuevos y enormes desafíos", resaltó Pedro Sánchez en un video, recordando que los déficit de financiación debilitan el multilateralismo, "los objetivos de desarrollo sostenible" y la lucha contra "la crisis climática".
La situación de los países en desarrollo es aún más delicada por la explosión de la deuda pública desde la pandemia del covid, que obliga a los Estados a dedicar más recursos al pago de sus préstamos que a la salud o la educación.
Además, el actual es un momento complejo para la economía mundial, debilitada por el aumento de los aranceles estadounidenses y los numerosos conflictos en curso, particularmente en Ucrania y Oriente Medio, que han provocado un incremento en los presupuestos militares en detrimento de otros gastos.
- Sistema "obsoleto" -
"En este contexto turbulento, no podemos dejar que nuestras ambiciones se desvanezcan", advirtió Guterres, quien ve en la conferencia de Sevilla "una oportunidad única para reformar el sistema financiero internacional", actualmente "obsoleto" y "disfuncional".
El proyecto de declaración adoptado antes del encuentro apunta en esta dirección, destacando que el sistema financiero debe adaptarse "a las realidades de un mundo que cambia" y asignar más espacio a los países del Sur en las instituciones financieras internacionales.
El texto insta a los bancos de desarrollo a "triplicar" su capacidad de préstamos, a los donantes a "asegurar una financiación previsible" para los gastos sociales esenciales, y a la comunidad internacional a una mejor "cooperación" frente a la evasión fiscal.
El "compromiso de Sevilla" -que será complementado durante la conferencia con anuncios unilaterales- fue saludado por la Unión Europea pero criticado por las ONG, que acusaron a los países ricos de haber diluido el documento final.
"A pesar de inicios prometedores en las negociaciones, el texto ha sido despojado de su sustancia bajo la presión de los países del Norte, que han priorizado sus objetivos políticos en detrimento de una verdadera justicia financiera", denunció el grupo de ONG Coordinación SUD.
W.Bonnet--PS