
La policía brasileña desmantela esquema de fraude bancario contra futbolistas

La policía brasileña anunció este martes que desmanteló un esquema de fraude bancario que desviaba dinero de los salarios de futbolistas, entre ellos Gabigol, a través de identidades falsas, en una operación que ha dejado al menos siete detenidos.
Según la investigación, los delincuentes abrían cuentas bancarias con documentos falsos a nombre de jugadores del fútbol brasileño y solicitaban trasladar el pago de salarios desde las cuentas reales de los atletas hacia las fraudulentas.
"Una vez recibidos los fondos, los estafadores transferían el dinero a otras instituciones financieras, compraban productos y servicios o realizaban retiros en cajeros automáticos para dificultar el rastreo y la recuperación de los valores", dijo el ministerio de Justicia en un comunicado.
El esquema logró desviar más de un millón de reales (unos 182.000 dólares), de los cuales las autoridades han recuperado solo 135.000 reales (24.500 dólares).
Entre las víctimas figuran Gabriel Barbosa, Gabigol, exídolo del Flamengo y actual jugador del Cruzeiro, y el argentino Walter Kannemann, del Gremio, dijo a periodistas Thiago Lima, delegado de la policía civil de Paraná.
La operación, denominada "Falso 9" (término de la jerga futbolística para designar a un delantero que se retira al centro del campo para engañar a la defensa), movilizó a más de cien agentes en cuatro estados brasileños.
Ellos ejecutaron 33 órdenes judiciales, entre ellas 22 allanamientos y 11 pedidos de detención.
La policía civil de Paraná (sur) dijo en un comunicado que detuvo a dos hombres de 34 y 54 años, sospechosos de formar parte de la red.
Cinco personas más fueron detenidas en Rondonia (noroeste), señaló a TV Globo Simone Barbieri, a cargo de la operación en ese estado.
La investigación comenzó en enero, después de que un banco detectara irregularidades en las cuentas de nómina de los futbolistas.
El banco "corrigió inmediatamente la vulnerabilidad" tras detectar el esquema y reembolsó a las víctimas, "que no estaban al tanto del fraude", asegura la policía.
Los sospechosos enfrentan cargos por fraude electrónico, falsa identidad, uso de documentos falsos, organización criminal y lavado de dinero, con penas que pueden alcanzar hasta 33 años de prisión.
F.Richard--PS